Autor: Javedullah Mehsud
Cerca de 1.000 familias han huido de la violencia sectaria que en los últimos enfrentamientos provocó 32 muertes. La lucha esporádica entre los sunníes y los shiíes en la montañosa provincia de Khyber Pakhtunkhwa, limítrofe con Afganistán, ya ha dejado más de 200 muertos en los últimos dos meses. “Cerca de 1.000 familias han sido relocalizadas en Hangu y Peshawar buscando seguridad, y otras se están preparando para huir del distrito de Kurram. La batalla entre estas comunidades continúan en distintos lugares” dijo un veterano del ejército paki.
El último brote se disparó luego de que hombres armados abrieran fuego a dos convoyes separados de los shiíes que viajaban con escolta policial en Kurram, dejando 43 muertos y 11 en condicions críticas. En respuesta los shiíes atacaron varios locales sunníes en una región que es semi-autónoma.
Rehan Muhammad, un periodista del area de Bagan en Kurram, de mayoría suní, debió huir al empeorar la situación. “Los disparos comenzaron luego del atardecer… Me di cuenta que era un ataque en venganza de los crímenes de ayer e inmediatamente agarré a mis hijos, a pesar del frío amargo que hacía, y les dije que debíamos huir a pie a la montaña” –relató Muhammad. “Desde allí pudimos ver arder las casas de nuestra aldea, vi a todo el pueblo envuelto en llamas. Al amanecer, alguien gritó que los atacantes se habían ido. Cuando volví, no quedó nada. Todo lo que quedó de mi casa era una pila de cenizas”.
Los ataques destruyeron 317 negocios y más de 200 viviendas. Un policía de Kurram contó que a las 7 pm “un grupo de shiíes enardecidos atacaron el bazar de Bagan. Luego se dedicaron a saquear y prender fuego a negocios y casas. Unos pocos sunníes respondieron con fuego”.
Los feudos familiares y tribales son comunes en la Pakistán de mayoría sunní, donde los shííes siempre han sido discriminados y soportado violencia. Javedullah Mehsud, un policía mandado a separar, dijo que “hubo esfuerzos para restaurar la paz… con el despliegue de fuerzas de seguridad y ayuda de los ancianos locales”. Sin embargo, un funcionario del gobierno dijo que no tienen con personal administrativo y policial suficiente en el área, donde los autoridades de Peshawar intentan imponer la ley. “Ya les avisamos que necesitamos tropas urgentemente, que aquí hay una auténtica crisis humanitaria” dijo Mehsud.
Paralelamente, miles de personas salieron a manifestarse contra la violencia y la muerte en las ciudades de Lahore y Karachi. En Parachinar, principal distrito de Kurram, se hicieron “sentadas” en los trayectos a las funerales de las víctimas. “El hecho de que los grupos tengan acceso a armas pesadas indica que el estado ha sido incapaz de controlar el tráfico de armamento letal en la región” –remata el policía cauto.