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Ayer a la tarde se oyeron detonaciones de armas pesadas en la capital Juba, luego de que fuerzas de seguridad arrestaran al ex director del servicio de inteligencia (NSS), generando la alarma en el personal de la ONU, que debió descender a sus refugios y sienten amenazante su destino a corto plazo.
A principios de octubre el presidente Salva Kiir despidió a Akol Koor Kuc, que había dirigido la institución desde la independencia en 2011, y designó a un aliado cercano para reemplazarlo.
El vocero del ejército, general Lul Ruai Koang, dijo que Akol Koor no había sido arrestado y que permaneció en su casa durante el tiroteo. Dijo que va a dar otra conferencia el viernes a la noche luego de reunirse con otros oficiales de seguridad.
Los analistas locales dijeron que el despido de Akol Koor reflejaba una disputa de poder en los más altos niveles del gobierno. Fue una semana después de que el gobierno de transición que lidera Kiir anunciara por segunda vez la postergación de las elecciones programadas para diciembre. Las facciones rivales leales a Kiir y el primer vicepresidente Riek Machar combatieron entre 2013 y 2018 en una guerra civil que dejó un millón de muertos. Ambos han gobernado juntos desde entonces como parte de un gobierno provisorio. Ha habido una paz relativa, pero las fuerzas en disputa chocan periódicamente en medio de un mosaico de grupos armados que asolan áreas rurales.