Autor: longley, michael
A mi nieto, Benjamin
Esta es tu primera noche en Carrigskeewaun. El Owennadornaun está tan lleno de lluvia, tú arribaste en el tractor de Paddy Morrison, una aproximación accidentada en brazos de tu padre a la cabaña donde, todo hace un año, tú fuiste concebido, una semilla de fuego en el hogar. ¿Escuchaste el viento en la mullida chimenea? ¿Escuchaste el viento anoche, y la lluvia y un pájaro de la orilla llamando desde los arrecifes de mejillón? Mañana te presentaré al mar, pequeño hoplita. ¿Lo has extrañado? Estacionaré tu carroza junto a la roca de las nutrias y te transportaré sobre las algas hacia el mar. Hay un pato copetudo en el lago de David con su hollín de crías, pompones, un día viejo y ya aprendiendo a bucear. Tal vez encontremos al armiño cerca del errático peñasco, una musaraña en su boca, o el merlín cazador de pepitas de prado. Pero no temas. Los desayunos del lebrato bajo el fucsia cada mañana, y lo estaremos observando. He recogido flores silvestres para ti, escabiosas y centauras en un tarro de agua que se inclinará y magnificará la luz del día. Esta es tu primera noche en Carrigskeewaun.
traducción: HM