El gobierno de lo peor: se viene la kakistocracia de Trump

Autor: Brandon Rupert

En verdad se podría llamar coprocracia, que es un término vastamente empleado en América Latina. Matt Gaetz dirigiendo el departamento de justicia. Presentadores de Fox a cargo del Pentágono y transporte. Elon Musk al frente de los despidos. Y Robert F Kennedy Jr y el Mago de Oz supervisando la salud de la nación. Algunos han descripto las elecciones de Trump para su gabinete como un carruaje de payasos, otros han bautizado a su liderazgo como kakistocracia, o “el gobierno de la peor gente”, como lo expresó Merriam-Webster.

La palabra se ha vuelto tendencia online, con una explosión de búsquedas en las semanas recientes y un nuevo subrrédito. No es la primera vez que Trump (accidentalmente) hace el término famoso: muchos lo descubrieron en su primera gestión. Pero la kakistocracia de 2016 se ve como el vecindario del señor Rogers comparado con la nueva banda de compinches que elige esta vez el rubicundo plutócrata.

No es la primera vez que un presidente populariza el término. Trump se horrorizará cuando se entere que comparte esta distinción con varios de los presidentes estadounidenses menos discutidos, incluidos Rutherford B Hayes, James Garfield y Chester A Arthur. Este trío –olvidable si no fuera por el hecho de que el del medio fue asesinado- condujeron Estados Unidos desde fines de  1870 a principios de 1880, un período de reconstrucción que vio la expansión de las leyes de segregación racial, y otra elección en que los partidos confrontaron por los resultados. Ya en aquel entonces se usó la palabra, como Kelly Wright, profesora adjunta de Ciencias del Lenguaje de la Universidad de Wisconsin-Madison, señala basada en datos del Oxford English Dictionary. “El período de Hayes fue descrito absolutamente como una kakistocracia” –nos dice Wright.

Etimológicamente, las raíces de la kakistocracia se toman prestadas del griego antiguo, kakistos, o “lo peor”, que probablemente viene de la palabra proto indo-europea kakka, que significa defecar. En otras palabras, como dijo Nancy Friedman en su Substack en 2016, la kakistocracia es “ser gobernado por la mierda”. En el siglo XIX el término ya refería a «ser gobernado por los incapaces, los ignorantes y viciosos”, más que por la infalible aristocracia, según escribió Spicer. Luego en el siglo XX implicó más al gobierno de los corruptos.

Más allá de las representaciones sociales de la kakistocracia o la coprocracia, lo importante es recuperar la palabra, la riqueza del lenguaje, para describir lo que está pasando en la conformación del gabinete trumpista. La profesora de ciencias del lenguaje se embelesa con los procesos sociolingüísticos que permiten a los estadounidenses consensuar vocabulario para definir cosas y, en este caso, modelos políticos, que siempre son una combinación compleja de medidas que intentan ocultar un ejercicio del poder sustentado en las más bajas debilidades y pasiones humanas. Se trata de un fenómeno a través del cual los estadounidenses advierten que el lenguaje es una cuestión social, que no se puede vivir y morir en un individualismo recalcitrante. “Cuando sentimos que hay modos convencionales de hablar sobre las cosas que pasan nos sentimos menos solos, especialmente cuando hay tanto discurso desvariado como el que manejan en MAGA” -comenta la académica yanqui.

Wright concluye que el uso del término kakistocracia ha sido constante desde hace cinco siglos, y que con Trump adquirirá algunas particularidades que lo pueden derivar hacia una democracia con ano contranatura.

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