Mossbawn: dos poemas en dedicación

Autor: Heaney Seamus

1. Luz del sol
Había una ausencia de sol. La bomba con casco en el patio calentaba su hierro, agua mielada en el cubo hondado y el sol parado como una plancha enfriándose contra la pared de cada tarde larga. Entonces, sus manos se deslizaban sobre la tabla de hornear, la estufa enrojecida enviaba su placa de calor contra ella, donde ella estaba parada en un delantal harinoso junto a la ventana. 
Ahora ella empolva la tabla con una ala de ganso, ahora se sienta, de amplio regazo, con uñas blanqueadas y espinillas dolorosas: aquí hay un espacio de nuevo, la masa elevándose al tictac de dos relojes.
Y aquí está el amor como una cuchara de hojalatero hundida más allá de su brillo en el cubo de la comida.

2. Las cortadoras de semillas
Ellos parecen de hace cientos de años. Brueghel, los conocerás si los puedo hacer verdaderos. Ellos se arrodillan bajo el seto en un semicírculo detrás de un cortavientos que el viento está atravesando. Ellos son los cortadores de semillas. El pliegue y la cinta del brote de hoja están en las semillas de papas enterradas bajo aquella paja. Con tiempo para matar, ellos se están tomando su tiempo. Cada cuchillo agudo va perezosamente cortando cada raíz que cae apartada en la palma de la mano: un brillo lechoso, y, en el centro, una marca de agua oscura. ¡oh, costumbres de calendario! Bajo la escoba amarilleando sobre ellas, componen el friso con todos nosotros allí, nuestros anonimatos.

traducción: HM

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