Autor: Heaney, Seamus
Luego de ‘L’Aquilone’ de Giovanni Pascoli (1855-1912)
Aire desde otra vida y tiempo y lugar, un aire celestialmente azul pálido está soportando un ala blanca batiendo alto contra la brisa, y sí, ¡es un barrilete! Como cuando una tarde todos nosotros salimos en tropel allí entre los setos de zarzas y espinos deshojados, vuelvo a mi puesto, me detengo frente a la colina de Anahorish para otear el azul, de vuelta en aquel campo para lanzar nuestro cometa de larga cola.
Y ahora se cierne, tira, vira, se desvía, se levanta, va con el viento hasta que se eleva a fuertes vítores de nosotros abajo.
Se eleva, y mi mano es como un husillo que se desenrolla, el cometa una flor de tallo delgado trepando y arrastrando, llevando más lejos, más alto, el anhelo en el pecho y los pies plantados y la mirada fija en el rostro y el corazón del volador de cometas hasta que la cuerda se rompe y, separado, alborozado, el cometa despega, el solo, una ventolera.
traducción: HM