Autor: Seamus Heaney
Los bolsillos de nuestros sobretodos llenos de cebada… Nada de cocinas a la carrera, nada de campamentos en huelga… Nos movimos rápido y de pronto en nuestro propio país. El cura yacía detrás de las zanjas con el vagabundo. Una gente marchando duramente… en excursión… Encontramos nuevas tácticas sucediendo cada día: cortábamos las riendas y el jinete con la pica y estampábamos el ganado contra la infantería, entonces nos retirábamos a través de los setos donde la caballería debe ser lanzada. Hasta que… en Vinegar Hill… el cónclave final. Miles de terraplenes murieron, sacudiendo guadañas a cañonazos. La colina se sonrojó, empapada en nuestra ola rota. Ellos nos enterraron sin sepulcro o ataúd, y en agosto… la cebada creció fuera de nuestra tumba.
traducción: HM