El líder boliviano Evo Morales publicó en su cuenta de Facebook un video que capta la balacera que recibió su vehículo mientras se desplazaba a su programa de radio Lauca Ñ. El hecho ocurrió a las 6:20 am en el acceso del municipio de Shinahota. Este fallido intento refleja cómo se han elevado las tensiones políticas en la nación andina, entre el épico líder cocalero y su ex aliado y actual presidente, Luis Arce, quien acaba de regresar del jugoso encuentro de los BRICS en Kazán.

Morales filmó con su celular desde adentro del auto, mostrándose en el asiento de copiloto, para luego exhibir dos agujeros de bala en la ventanilla. A su lado, el conductor parece haber sido herido. Morales acusó al gobierno de estar detrás, en lo que asume como una descarada y violenta campaña en contra de su persona. Sea como fuere, Maldita Realidad pudo verificar de manera independiente que se trata de un video auténtico, y no de un bluff o un atentado blando, como el balazo en la oreja a Trump o el acuchillamiento torpe del vientre de Bolsonaro.

Este incidente y sus repercusiones traerán más inestabilidad y convulsión a la nación sudamericana, en un momento en que los seguidores de Morales han bloqueado varias rutas y las fuerzas policiales y militares ya los han gaseado y apaleado sin doblegar su ímpetu y determinación, además de que son un montón de indios robustos y corajudos.  

En una entrevista radial posterior al susto sufrido, Morales dijo que dos vehículos lo interceptaron y dispararon a su auto, explicando que la bala pasó a centímetros de su cabeza. “No sé si eran soldados o policías porque estaban encapuchados” dijo Morales.

El ministro de seguridad Roberto Ríos armó una conferencia de prensa enseguida para afirmar que la Policía Nacional no efectuó ninguna operación contra el ex presidente. “Como autoridades a cargo de la seguridad del estado, estamos obligados a investigar cualquier informe, para saber si es cierto o falso” expresó Ríos con su habitual laconismo.

Ayer el gobierno había criticado a Morales por “desestabilizar” el país tras dos semanas de bloqueos que han impedido el acceso a comida y combustible en varios puntos de Bolivia. Lo acusó de “interrumpir el orden democrático”, eufemismo de golpista, que es lo que han machacado estas semanas una y otra vez los medios periodísticos que son la cara visible de la campaña denunciada por el pertinaz cocalero.

En su declaración el gobierno también dijo que grupos aliados a Morales están armados y advirtió que están ejerciendo violencia en poblaciones linderas a los bloqueos, rapiñando animales y violando mujeres. Como prueba de lo expuesto informaron que 14 policías fueron heridos en los enfrentamientos con los “moralistas”.

Morales y Arce se están disputando el liderazgo del MAS, quedando en un segundo plano el actual vice Choquehuanca. Estas disputas intestinas le ocasionan un daño enorme al gobierno, a Morales y a todos los que lucharon en Bolivia para derrocar a un gobierno golpista en tiempo récord. No se dan cuenta que el presidente del senado, Andrónico Rodríguez, es un candidatazo que puede llevar a Bolivia a los mejores tiempos del evismo  Se trata de arribar a las elecciones del año que viene bien parados para evitar el triunfo de la derecha, que tiene un montón de candidatos dispuestos a subyugarse a los encantos de Washington.

En el contexto actual, Bolivia se debate con graves problemas en su producción de gas, carencia absoluta de divisas y elevada inflación, lo que ha llevado a estas luchas internas en el MAS que acabaron con este intento de matar a Morales, a quien también acusaron de estupro en una maniobra más del sistema de lawfare boliviano en su contra. Al no comparecer a prestar testimonio el fiscal de la causa emitió una orden de arresto. De ahí que Evo está esperando que lo vengan a buscar de un momento a otro, no que le gatillen en forma cobarde. Sobre los hechos que le imputan, aclaró: “Es toda una fantochada del presidente para proscribirme y terminar mi carrera política”.

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