Autor: Kooser, Ted
El era un hombre grande, dice el tamaño de sus zapatos sobre una pila de platos rotos junto a la casa, un hombre alto también, dice la extensión de la cama en una habitación subiendo las escaleras, y uno bueno, hombre temeroso de Dios, dice la biblia con una contratapa rota sobre el piso bajo la ventana, polvorienta al sol, pero no un hombre para una granja, dicen los campos abarrotados de cantos rodados y el granero agujereado.
Una mujer vivió con él, dice la pared de la habitación empapelada con lilas y los estantes de la cocina cubiertos de hule, y ellos tuvieron un niño, dice el arenero hecho con una rueda de tractor. El dinero era escaso, dicen los tarros de conservas de ciruelas y tomates enlatados sellados en el hueco del sótano. Y los inviernos fríos, dicen los harapos en los marcos de las ventanas. Era solitario aquí, dice el estrecho camino rural.
Algo salió mal, dice la casa vacía en el patio ahogado de maleza. Piedras en los campos dicen que él no era un granjero, los aún sellados tarros en el sótano dicen que ella se fue en un apuro nervioso. ¿Y el niño? Sus juguetes están esparcidos en el patio como ramas luego de una tormenta –una vaca de goma, un tractor oxidado con un arado roto, una muñeca en overol-. Algo salió mal, dicen ellos.
traducción: HM