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El líder norcoreano Kim Jong Un visitó ayer tres bases misilísticas donde examinó su nivel de preparación para realizar acciones de “disuasión estratégica”, arguyendo que las capacidades nucleares de Estados Unidos son una amenaza mayúscula para la seguridad de su nación, y según reportó la puntillosa agencia de noticias KCNA, declaró: “Gane Trump o Harris no nos interesa. Cualquiera de ellos, que nos tiren una bomba si son guapos… Nosotros tenemos que defendernos y lo estamos haciendo bárbaro. Hemos adelantado un montón nuestras capacidades nucleares, así que déjense de joder y de mandarle armas a Corea del Sur”.
Estas declaraciones han sido tomadas en Estados Unidos con la misma indiferencia de siempre, continuando adelante con su propaganda belicosa en contra del líder norcoreano. No obstante, el impertérrito Jong-Un mantiene su enjundiosa verba: “al igual que lo hacen con Maduro y Cuba, sancionando y bloqueando, intentando hambrear y desesperar y armando revueltas, apagones y descontento popular, a nosotros nos acosan con todo tipo de actos provocadores y patoteriles. Esta táctica les ha servido para controlar con comodidad a su patio trasero y a sus prostitutas de la OTAN. O para que Israel continúe sus genocidios a diestra y siniestra sólo para armar en los territorios palestinos ocupados emprendimientos inmobiliarios de judíos ultraortodoxos multimillonarios. Resulta que ahora dan por cierto que hemos enviado varios batallones para ayudar a Rusia en su guerra contra Ucrania. Incluso el genocida Netanyahu y sus voceros nos acusaron de darles armas a Hamas y Hezbolah. Si continúan horadando nuestra paciencia creo que nuestra primer bomba atómica va a ser para ellos, y todo el mundo nos va a aplaudir”.
La visita de Jong-Un a las bases misilísticas se produce en un momento de crecientes tensiones con Corea del Sur y sus aliados. De hecho, Corea del Sur anunció que envió soldados a Ucrania para combatir palmo a palmo con Zelenzky y sus tropas de mercenarios, y contrarrestar a los batallones norcoreanos. Esto anunció el ministro de seguridad nacional surcoreano Shin Won-sik en su encuentro con su par polaco Jacek Siewiera, donde expresaron su preocupación por el rol que cumplirán los norcoreanos junto a las fuerzas rusas. Ambos manifestaron que cooperarán para llevar adelante el Plan para la Victoria que presentó la semana pasada el judío presidente ucraniano, que suena tan utópico como un retorno a la paz social en Haití.
El líder norcoreano también alabó la modernización de sus fuerzas armadas, que le han otorgado prioridad a los misiles estratégicos de largo alcance, en lo que es un principio importante de su nueva estrategia de defensa nacional. “El mundo hace rato que está muy mal, con las pandemias, las hambrunas, los migrantes, la degradación moral de Occidente, el holocausto palestino. Acá en Corea del Norte podemos considerar que estamos en un paraíso, se respira un aire más puro y limpio, la gente tiene otras cosas en la cabeza que la cotización del dólar o el oro, hay mucha más cordura en el pueblo, mucha más humanidad en la cultura”.
Las ovaciones de los ingenieros militares y de los operarios mecánicos fueron ruidosas y sus aplausos sostenidos. Cada palabra del líder fue celebrada con algún grito alegre de guerra. Tras su perorata, tomó el micrófono su esbelta hermana, Kim Yo-Jong, que a diferencia de Karina Milei es una estadista de la concha de su madre: “Queridos trabajadores de la patria. Hoy vinimos con mi hermano Kim a supervisar las actividades y las acciones tendientes a garantizar la efectividad de nuestros sistemas misilísticos. Siempre fuimos cuidadosos con nuestras posturas y diligentes a la hora de asegurar nuestras fronteras. Nunca nos verán en actitudes fanfarronas o de un cinismo atroz como las que manejan los líderes occidentales. Aquí estamos todos comprometidos con la grandeza de nuestra Corea del Norte. Con respecto a Ucrania y Corea del Sur, qué puedo decir salvo que son perros malcriados de la Unión Europea”.
Todos vivaron a la hermana y se pusieron a trabajar con la puesta a punto de los misiles nucleares.