Autor: Baca, Jimmy Santiago
Hay guardias negros golpeando las puertas de las celdas de hombres negros, y guardias morenos diciendo hola a hombres morenos con números en sus espaldas, y guardias blancos riendo con blancos conocidos, y guardias rojos, pocos, diciendo nada a internos rojos mientras caminan a la comida y las celdas.
Allí lo tienes, el pequeño hormiguero… convictos marchando en líneas rectas, guardias volando en alas con distintivos, permite aguijonear, para saciarlos al costo de aislarlos de su gente… Apagando sus mentes como tapas de inodoro envueltas en sacos de arpillera que aíslan las tuberías que transportan la pálida y débil agua a sus corazones.
Se pone mal cuando ves a esos mismos guardias cargando cubos de sangre afuera de las celdas, verlos vomitar ante el olor, su gente, su propia gente cortándose las venas, colgándose con cinturones de tomas de luz, se pone mal verlos limpiar el desorden, transportar el frío cuerpo azul bajo sábanas, y luego retomar sus lugares en jaulas de vigilancia, observando a su gente mutilándose y destrozándose, y sobre esta tierra surcada de sangre, el sol brilla, los guardias hablan de caballos y armas, van a la tienda y compran botas nuevas, y cuanto más trabajan aquí más poderosos se vuelven, tomando la presencia de alguna antigua momia, abajo en los calabozos de la prisión, una momia que no escuchará, pero que tiene un extraño poder en este oscuro mundo, para ser totalmente repugnante en ignorancia, y aún tan orgullosamente mandar a tantos hombres…
Y los mismos convictos, a los pies de la momia, el cuero esparcido de sangre, a los pies de ésta, ellos se tranforman en cobras chupando vida de sus hermanos, ellos pelean por rings, dinero y drogas, en este pozo de dolor sus dientes de colmillos desnudos, para pelear por los bocados que puedan…
Y los otros convictos, culpables de nada salvo haber nacido de color, culpables de ser inocentes, ellos lentamente se vuelven polvo en los vientos nocturnos aquí, volando en el viento de regreso a sus granjas y ciudades. Del tajo en sus corazones, arena vuela rociando las casas y los árboles, miren la arena soplar sobre este lugar desierto, los están viendo a ellos.
traducción: HM