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Así lo anunció un comisario local del distrito de Kurram, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa. La refriega entre tribus rivales se produjo luego de que dos personas recibieran balazos que los dejaron en estado crítico, desconociéndose el motivo que desató el tiroteo. En diferentes áreas del distrito fueron baleados vehículos, informó el veterano jefe de policía, Javedullah Khan, quien aseveró que se están haciendo esfuerzos para reasegurar las rutas y restaurar la calma. Los heridos, incluidos niños y niñas, fueron trasladados al hospital.
Pir Haider Ali Shah, ex diputado y miembro de un consejo tribal, dijo que los ancianos arribaron a Kurram para lograr un acuerdo de paz entre las tribus. El nos envió información por mensaje de texto: “Los recientes tiroteos son lamentables y han trancado los esfuerzos a favor de una paz duradera”.
El mes pasado hubo más de 50 muertos en enfrentamientos entre chiíes y suníes que se disputan territorios. Si bien ambos grupos conviven pacíficamente en casi todo Pakistán, las tensiones son muy altas en determinadas áreas, especialmente en Kurram, donde prevalecen los chiíes.
También hoy, un grupo separatista del sudoeste se hizo cargo de un ataque que mató a 21 personas. El Ejército de Liberación de Baluchistan (ELB) anunció que sus combatientes destruyeron una mina de carbón en el distrito de Duki (no del trapero argentino) con armas pesadas, lanzacohetes y granadas.
Según el ELB las cifras de muertos y heridos superan las anunciadas por el gobierno. Además aseguraron, sin aportar evidencias, que había policías-espías disfrazados de trabajadores, y amenazaron con más asaltos si los militares no se retiran de la provincia de Baluchistan.
El ELB, apoyado por los talibanes afganos, reclama la independencia del gobierno federal, a quien acusa de explotar sus recursos minerales e hidrocarburíferos a expensas de la población local que pasa tanta hambre como en Haití o Argentina.