Cuán pronto el sol sirviente

Autor: Dylan Thomas

Cuán pronto el sol sirviente (caballero de marca del mañana), puede el tiempo desentrañar, y la piedra de la alacena (la niebla tiene un hueso que él trompeteará en carne), sacar de los estantes una bata para todos mis cartílagos y parar derecho al huevo desnudo, el caballero del mañana en su esponja (la herida registra), la enfermera de gigantes por la cuenca del mar cortado (niebla por su primavera absorbe las mareas de costura), le dice a ustedes, y ustedes, mis maestros, cuando su extraño hombre del mañana sopla por comida.
Todos los nervios para servir al sol, el rito de la luz, pregunta una garra desde el hueso del ratón, la piedra de larga cola atrapa con carrete y plancha, deja que el suelo chille, soy el hombre mordiendo y el muerto de terciopelo pulgada afuera.
Cuán pronto mi nivel, señor (el caballero del mañana estampa dos tacones de agua en el piso de semilla), levantará una lámpara o elevará el espíritu a una nube, erigiendo un centro caminante en la mortaja, invisible en el muñón, una pierna tan larga como árboles, este caballero interior, señor y maestro, oscuridad para sus ojos, los ojos del útero, llantos, y todo infierno dulce, sordo como una oreja de la hora, estalla de nuevo la voz de la trompeta.

traducción: HM

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