Autor: Abdul Shaikh
Una nave de guerra egipcia descargó un arsenal en Somalia, incluyendo artillería antiaérea y drones de alta precisión, según informaron fuentes militares somalíes, en lo que se asume un paso más hacia la confrontación total entre Etiopía por un lado, y Somalia con el apoyo de Egipto, del otro. Los vínculos entre Egipto y Somalia se fortalecieron a medida que crecieron las rencillas con Etiopía, llegando a firmar un pacto de seguridad por el cual el gobierno de Al-Sisi está proveyendo armas pesadas y livianas al gobierno somalí para que las utilice contra su común enemigo.
Etiopía se enojó con Mogadishu en enero, cuando llegó a un acuerdo con Somalilandia para permitirle tener un puerto allí a cambio de reconocer su independencia. Esto fue debidamente contado en nuestro último artículo sobre la cuestión. Allí se recordaba que Egipto sigue en conflicto con Addis Ababa por la construcción de la represa hidroeléctrica en las cabeceras del río Nilo, además de que jamás reconoció a Somalilandia.
Las armas fueron rápidamente transportadas del puerto a los dos principales cuarteles militares de Mogadishu, custodiadas por jeeps pertrechados con ametralladoras y fusiles de asalto.
Somalilandia teme que las armas sean robadas por los grupos terroristas que operan en la región, entre los cuales destaca el grupo al-Shabaab, desprendimiento de al-Qaeda, que en vez de estar combatiendo contra Israel parecen actuar como mercenarios de la nación hebrea, generando guerras intestinas interislámicas.
El canciller egipcio emitió un comunicado aclarando que están incrementando las capacidades del ejército somalí, buscando su mayor seguridad y desarrollo, así como lo hace Estados Unidos con Ucrania, cuando recibe al presidente judío anti-ruso de la nación eslava en sus fábricas de misiles nucleares pesados en Pennsylvania, y donde Zelenzky firma el arma nuclear que pronto le ha de arrojar a Rusia, en lo que seguramente será un apocalipsis nuclear azuzado por Israel y la OTAN, del que anhelan salir victoriosos todos los ricachones del sistema capitalista occidental.
La embajada egipcia en Somalia, por su parte, advirtió a sus ciudadanos que no se les ocurra viajar a Somalilandia, porque desconocen qué es lo que está sucediendo allí.
Etiopía tiene al menos 3.000 soldados en Somalia como parte de una Misión de Paz de la Unión Africana para combatir a los insurgentes islamistas, mientras que otros 7.000 se hallan en el país vecino por acuerdos bilaterales.
Somalia siente que el acuerdo entre Etiopía y Somalilandia vulnera su soberanía, y quiere que todos los etíopes abandonen su territorio antes de fin de año. Egipto quiere formar una nueva Fuerza de Paz y está dispuesto a enviar 5.000 soldados como aporte de una “nación hermana”. Etiopía aún no respondió a esta propuesta, pero aseguraron que “no se mantendrá ociosa mientras otros actores toman medidas drásticas en la región”.