Autor: Dylan Thomas
Nosotros yaciendo junto a la arena del mar, observando amarillo y el mar grave, se burla de quien burla, que sigue los ríos rojos, alcoba hueca de palabras a la sombra de la cigarra, porque en esta tumba amarilla de arena y mar un llamado por color llama con el viento que es grave y alegre como tumba y mar durmiendo tomados de la mano. Los silencios lunares, la silenciosa marea saltando los canales quietos, el seco amo de la marea acanalada entre desierto y tormenta de agua, debería curar nuestras enfermedades de agua con una calma de un color, la música celestial sobre la arena suena con los granos mientras ellos se apuran ocultando las montañas y mansiones doradas de la grave, alegre tierra de la costa. Atados por una franja soberana yacemos, observamos amarillo, deseo de que el viento vuele los estratos de la orilla y hunda la roca roja, pero los deseos no se crían, ni podemos defender el arribo de la roca, yacemos observando amarillo hasta que el clima dorado se rompe, oh, sangre de mi corazón, como un corazón y una colina.
traducción: HM