Autor: Dylan Thomas
El pan que rompo fue una vez la avena, este vino sobre un árbol extranjero se hundió en su fruto, hombre en el día o vino a la noche, la caída de las cosechas, la ruptura de la alegría de la uva. Una vez en este vino del tiempo la sangre de verano golpeó en la carne que engalanaba la vid, una vez en este pan la avena estuvo alegre en el viento, el hombre rompió el sol, tiró abajo el viento.
Esta carne que rompes, esta sangre que dejas que se haga desolación en la vena, fueron avena y uva, nacieron de la sensual raíz y savia, mi vino que tomas, mi pan que rompes.
traducción: HM
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