Autor: Dylan Thomas
I
Mis yos, los dolientes, se lamentan en la calle incendiada hasta la incansable muerte, un niño de unas pocas horas con su boca amasadora calcinada en el negro pecho de la tumba que su madre cavó, y sus brazos llenos de fuegos.
Comienza con el canto, canta la oscuridad encendida de regreso al principio, cuando la lengua atrapada asintió ciega, una estrella fue rota en los siglos del niño que mis yos lamentan ahora, y milagros no pueden expiar.
Perdónanos, perdónanos tu muerte que mis yos, los creyentes, pueden sostenerla en una gran inundación hasta que la sangre brote, y el polvo cantará como un pájaro mientras los granos soplen, mientras tu muerte crezca a través de nuestro corazón.
Llorando tu muerte, llanto, niño más allá del canto del gallo, junto a la calle de fuego enano cantamos al mar volador en el cuerpo despojado. El amor es la última luz hablada. Oh, semilla de hijos en el lomo de la cáscara negra dejada.
II
No sé si Adán o Eva, el santo buey adornado, o la cordera blanca o la virgen elegida yacieron en su nieve sobre el altar de Londres, fue el primero en morir en la ceniza de la pequeña calavera, oh, esposa y novio, oh, Adán y Eva juntos yaciendo en la calma bajo el triste pecho de la piedra cabecera blanca como el esqueleto del jardín del Edén.
Sé que la leyenda de Adán y Eva nunca es por un segundo silencioso a mi servicio sobre los infantes muertos, sobre el único niño que fue sacerdote y servidores, palabra, cantantes y lengua en la ceniza de la pequeña calavera, quien fue la caída nocturna de la serpiente y el fruto como un sol, hombre y mujer deshechos, comenzando a desmoronarse de espaldas a la oscuridad, desnudos como guarderías del jardín del desierto.
III
En los organillos y campanarios de las luminosas catedrales, en las bocas fundidas de las veletas ondulando en doce círculos de viento, en el reloj muerto ardiendo la hora sobre la urna de shabats, sobre la zanja arremolinada del amanecer, sobre el tugurio del sol y el tugurio del fuego y los pavimentos dorados dispuestos en réquiems, en el pan en un campo de trigo en llamas, en el vino ardiendo como brandy, las masas del mar, las masas del mar debajo, las masas del mar cargando infantes erupciona, fuente, e ingresa a pronunciar para siempre gloria, gloria, gloria, la escisión del último reino del trueno del génesis.
traducción: HM