Autor: Dylan Thomas
Una vez fue el color del decir, sofocó mi mesa el lado más feo de una colina con un campo capturado donde una escuela se sentaba quieta, y un retazo blanco y negro de chicas creciendo jugando, debo deshacer los gentiles deslizamientos de mar del decir, que todos los encantadoramente ahogados se levantan a cantar el gallo y matar. Cuando yo silbé con chicos ausentes por un parque de embalse donde a la noche apedreamos al frío y el cuco, amantes y el polvo de sus camas frondosas, la sombra de sus árboles era una palabra de varias sombras y una lámpara de relámpagos para los pobres en la oscuridad, ahora mi decir debería ser mi deshacer, y enrollo cada piedra como un carrete.
traducción: HM
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