Autor: Dylan Thomas
Diablo encarnado en una serpiente hablando, los llanos centrales de Asia en su jardín, en tiempo de formación el círculo picó despierto, en formas de pecado forjado de la manzana barbuda, y Dios caminó allí, quien era un guardián juguetón, y despreció el perdón desde la colina de los cielos. Cuando éramos extraños a los mares guiados, una sagrada media luna hecha a mano en una nube, los hombres sabios me contaron que los dioses de jardín entrelazaron el bien y el mal en un árbol oriental, y cuando la luna se levantó ventosa estaba negra como la bestia y más pálida que la cruz.
Nosotros en nuestro Edén conocíamos al guardián secreto en aguas sagradas que ninguna escarcha podría endurecer, y en las poderosas mañanas de la tierra, infierno en un cuerno de sulfuro y el mito hendido, todo cielo en la medianoche del sol, una serpiente jugueteaba con el tiempo de formación.
traducción: HM