Autor: Dylan Thomas
Quédate quieto, duerme calmado, sufriente con la herida en la garganta, ardiendo y mutando. Toda la noche a flote en el mar silencioso escuchamos el sonido que venía de la herida envuelta en la sábana de sal.
Bajo una milla desde la luna temblamos escuchando el sonido del mar fluyendo como sangre de la ruidosa herida y cuando la sábana de sal rompió en una tormenta de canto las voces de todos los ahogados nadaron en el viento.
Abrimos un camino con la triste y lenta vela, lanzamos anchas al viento las puertas del barco errante, para que comience mi viaje al fin de la herida, escuchamos el canto del sonido del mar, vimos contarlo a la sábana de sal. Quédate quieto, duerme calmado, oculta la boca en la garganta, o deberíamos obedecer, y cabalgar contigo a través de los ahogados.
traducción: HM