Autor: Dylan Thomas
Promover la luz no vela la luna con figura de hombre, ni vientos del clima que no soplen en el hueso, pero quita la médula de doce años de su círculo, maneja la noche, no sirve al cerebro del hombre de nieve que forma cada elemento tupido del aire en una estrella polar apuntada a un carámbano.
Murmullo de primavera no aplasta los huevos de gallo ni martilla atrás una temporada en los higos, pero injerta estas cuatro fructíferas cotas en tu país, granjero en tiempo de escarcha de las ligas ardientes, por los huertos de ojos rojos siembra las semillas de nieve, en tus jóvenes años el siglo vegetal.
Y todo padre no falla el acre del señor de vuelo, ni brota sobre semilla de búho como un chupa-duendes, pero encarrila con tus costillas de mago el planeta con figura de corazón, de voces mortales al coro de novatos, alto señor escudero, habla alto la nube cantante, y arranca una música de mandrágora de la raíz del tuétano.
Rodar inhumanamente sobre este mechón giratorio, oh, anillo de mares, no te lamentes mientras cambio todos los amantes mortales con una sonrisa de estrella de escenario, ni cuando mi amor yace a la deriva en la cruz de huesos, desnudo entre las aves de arco y flecha tú girarás como las agujas del reloj sobre un eje empenachado.
Quien dio a estos mares su color en una figura, formó a mi compañero de arcilla, y el arca celestial a tiempo ante la inundación llena con sus colores dobles, oh, quien es gloria en los mapas sin forma, ahora hace mi mundo como yo hice una alegre figura de hombre de tu círculo caminante.
traducción: HM