Autor: Dylan Thomas
Yo soñé mi genésis en sudor de sueño, rompiendo el caparazón giratorio, fuerte como músculo de motor en el taladro, conduciéndome a través de la visión y el nervio circundante.
Desde miembros que tenían la medida del gusano, me alejé de la carne arrugada, limado por todos los hierros en la hierba, metal de soles en la noche del hombre derritiéndose. Heredero de las venas hirvientes que sostienen la caída del amor, costosamente una criatura en mis huesos yo rodeé mi globo de herencia, viaje en marcha inferior a través del hombre nocturno.
Yo soné mi génesis y morí nuevamente, metralla clavada en el corazón en marcha, agujero en la herida cosida y el viento coagulado, la muerte amordazada en la boca que comió el gas.
Rápido en mi segunda muerte marqué las colinas, cosecha de cicuta y las cuchillas, oxidan mi sangre sobre los muertos templados, forzando mi segunda lucha desde la hierba.
Y el poder era contagioso en mi nacimiento, segundo despertar del esqueleto y revestir del fantasma desnudo. La humanidad escupió desde su resufrido dolor.
Yo soñé mi génesis en sudor de muerte, caí dos veces en el mar que alimenta, me puse rancio de la salmuera de Adán hasta que, visión de la fuerza de un nuevo hombre, busco el sol.
traducción: HM