Autor: Dylan Thomas
No siendo más que hombres caminamos temerosos entre los árboles, dejando que nuestras sílabas fuesen suaves por temor a despertar a los grajos, por temor de venir silenciosamente a un mundo de alas y llantos.
Si fuéramos niños deberíamos trepar, atrapar a los grajos, durmiendo, y no romper una rama, y, luego del suave ascenso, asomar nuestras cabezas por encima de las ramas para maravillarnos ante las infalibles estrellas.
Fuera de confusión, del modo que es, y la maravilla, que el hombre sabe, que del caos puede surgir la dicha.
Que, entonces, es el cariño, dijimos nosotros, niños maravillados observando las estrellas, es el objetivo y el fin. No siendo más que hombres caminamos entre los árboles.
traducción: HM