Autor: Dylan Thomas
No de esta ira, anticlímax luego de rehusarse a golpear su lomo y la flor coja, inclinado como una bestia para regar las singulares inundaciones en una tierra acorralada por el hambre, ella recibirá un pecho lleno de malezas y llevará esas manos zarcillosas que toco a través de dos mares agonizantes.
Detrás de mi cabeza un cuadrado de cielo se hunde sobre la sonrisa circular lanzada de amante a amante y la bola dorada gira afuera de los cielos, no de esta ira luego de rehusar golpear como una campana bajo el agua su sonrisa alimentará aquella boca, detrás del espejo, que arde a lo largo de mis ojos.
traducción: HM
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