Poema en octubre

Autor: Dylan Thomas

Era mi año trece al cielo despierto a mi escucha desde el puerto y el bosque vecino y el mejillón encharcado y la garza, la orilla pastoreada saluda a la mañana con agua orando y el llamado de gaviota y graja y el golpe de botes navegando en el muro de redes que me dispongo a pisar aquel segundo en el tranquilo pueblo durmiente y establecerme. Mi cumpleaños comenzó con los pájaros de agua y los pájaros de árboles alados volando mi nombre sobre las granjas y las casas blancas, y me levanté en otoño lluvioso y caminé afuera en una lluvia de todos mis días. Marea alta y la garza navegaba cuando tomé el camino sobre el borde y las puertas de la ciudad cerradas mientras el pueblo despertaba.
Un manantial de alondras en una nube ondulante y los arbustos del borde de la carretera rebosantes de silbidos de mirlos, y el sol de octubre veraniego en la falda de la colina, aquí había climas afectuosos y vienen de pronto dulces cantantes en la mañana donde yo vagaba y escuchaba a la lluvia escurrirse, el viento soplar frío en el bosque lejano debajo de mí.
Lluvia pálida sobre el puerto menguante y sobre la húmeda iglesia de mar del tamaño de un caracol con sus cuernos a través de la niebla y el castillo marrón como búhos, aunque todos los jardines de primavera y verano estaban floreciendo en las altas historias más allá de la frontera y bajo la nube llena de alondras. Allí podía maravillarme, mi cumpleaños afuera pero el clima cambió alrededor.
Cambió del país alegre y abajo el otro aire y el cielo azul alterado, infundió de nuevo una maravilla de verano con manzanas, peras y grosellas rojas, y vi en el cambio tan claramente las mañanas olvidadas de un niño cuando él caminaba con su madre a través de parábolas de luz de sol y las leyendas de las capillas verdes y los dos veces contados campos de infancia que sus lágrimas quemaron mis mejillas y su corazón se movió en el mío. Estaban los bosques, el río y mar, donde un muchacho en la escucha del tiempo de verano de los muertos susurró la verdad de su alegría a los árboles y las piedras, y los peces en la marea. Y el misterio cantó vivo, quieto en el agua y pájaros cantores.
Y allí podía maravillar mi cumpleaños afuera pero el clima cambió alrededor. Y la verdadera alegría del niño muerto hace tiempo cantó ardiendo en el sol. Era mi año trece al cielo parado allí, entonces en el mediodía de verano aunque el pueblo abajo yacía abandonado con sangre de octubre. Oh, que la verdad de mi corazón todavía se cante en esta alta colina dentro de un año.

traducción: HM

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