Autor: Dylan Thomas
Orejas en las torres escuchan, manos gruñen en la puerta, ojos ven en los frontispicios los dedos en las cerraduras. ¿Debería desatarme o quedarme solo hasta el día que muera sin ser visto por ojos extraños en esta casa blanca?, manos, ¿sostienen ustedes veneno o uvas?
Más allá de esta isla atado por un delgado mar de carne y una costa de hueso, la tierra yace fuera del sonido y las colinas fuera de la mente. No hay pájaros o pez volador que perturbe el descanso de esta isla.
Orejas en esta isla escuchan el viento pasar como un fuego, ojos en esta isla ven naves anclar fuera de la bahía. ¿Debería correr a los barcos con el viento en mi pelo, o permanecer hasta el día que muera y no darle la bienvenida a ningún marinero? Barcos, ¿sostienen ustedes veneno o uvas?
Manos gruñen en la puerta, barcos anclan fuera de la bahía, la lluvia golpea la arena y tejas. ¿Debería dejar entrar al extranjero, debería darle la bienvenida al marinero, o quedarme hasta el día que muera?
Manos del extranjero y bodegas de los barcos, ¿guardan ustedes veneno o uvas?
traducción: HM