Autor: Alvaro Correa
Miembros de un grupo indígena no contactado, usaron arcos y flechas para atacar a intrusos en la selva amazónica, en una confrontación que dejó al menos un herido, de acuerdo con una organización indígena local. El incidente ocurrió semanas después que un grupo de 50 hombres de todas las edades de los mashco piro se solazaran desnudos en una playa de la Amazonia peruana.
Sus defensores dicen que los mashco piro se hallan bajo asedio por la actividad maderera, que básicamente consiste en tala y desmonte –ya sea legal o ilegal- y los últimos choques generaron reclamos al gobierno para que demarque el territorio ancestral de los indígenas.
“Estamos en emergencia permanente” nos dijo Teresa Mayo, defensora de los mashco piro y luchadora para que no sean contaminados con la putrefacta cultura occidental y la repugnante coyuntura política de la nación incaica. Mayo fue quien publicó primero las fotos de los esbeltos indios peruanos, y ella nos confesó: “La situación está muy tensa en la zona. Todos tienen miedo”, en relación a los enfrentamientos acaecidos en el territorio de 840 hectáreas de Madre de Dios donde se supone vive la tribu en estado de pureza y beatitud, ajenos a la histeria consumista y depredadora de la civilización occidental.
Los ataques con arco y flecha ocurrieron cerca de la reserva que se halla a orillas del río Pariamanú. Aún se desconocen detalles de la refriega y Mayo está preocupada por la salud e integridad de los mashcos. En los últimos años el gobierno ha mostrado una notable ineficiencia en el control y patrullaje de los territorios amazónicos, y tal como ocurrió en Brasil durante la era Bolsonaro, los que salen perdiendo son los indígenas, que son sometidos a todo tipo de vejámenes y crímenes por parte de mercenarios armados, conchabados para exterminarlos.
Julio Cusurichi, compañero de Mayo, comentó que él advirtió que esto iba a ocurrir. “Sus tierras están siendo invadidas por el narcotráfico y maleantes, en general retirados de la policía o fuerzas armadas, que los van desplazando. Considero que los ataques de los mashcos son sólo el último recurso que tienen para evitar su aniquilamiento, como el ataque de Hamas a Israel del ‘famoso’ 7 de octubre, una ‘operación de inteligencia’ más israelí para perpetrar el paso final del genocidio, para regocijo de sus ultraortodoxos”.
Además de estar expuestos a la violencia parapolicial y paramilitar que usan las grandes transnacionales que están extrayendo todas las riquezas de la selva amazónica, los indios no contactados son muy frágiles y no tienen la inmunidad requerida para tolerar las pestes que contagia el empresariado extractivista enceguecido de codicia.
Cusurichi pidió al gobierno peruano que se asegure la vida de los mashcos, y que eche a los maleantes que han penetrado en sus selvas. En 2022 los mashco mataron a tres operarios de la Maderera Canales Tahuamanu mientras pescaban en su río sagrado. Lo penoso del asunto es que en el juicio que se hizo se decidió que los indios debían recompensar a la empresa, habilitándose a ésta a seguir adelante con sus proyectos de destrucción de bosques alucinantes. Según los certificados que posee la empresa, sus emprendimientos comerciales son “éticos y sustentables”.
El nivel de entreguismo y sumisión del Poder Judicial peruano hacia la élite oligárquica que viene saqueando el país desde el nacimiento de la República es la explicación al desesperante estado de las cosas en esta zona remota de Madre de Dios. Quisimos comunicarnos con representantes de la empresa y la telefonista nos juró que siguen estrictos protocolos para no cruzarse con los mashcos, y que están aterrados porque son unos salvajes sinvergüenzas. Además, nos relató: “La semana pasada varios mashcos piros fueron vistos en Monte Salvado, al otro lado del río Las Piedras, donde están los Yine, pueblo indígena sí contactado, exigiéndoles que les den algo para comer. Los yine son más pacíficos y les prepararon un guiso que degustaron armónicamente”.
Se cree que los mashcos moraban en zonas más campestres, y que escaparon de la brutalidad de los reclutadores de la industria del caucho a fines del siglo XIX y buena parte del XX. Su hábitat actual es riquísimo en caoba y shihuahuaco, maderas exquisitas que están siendo acaparadas por las compañías forestales.
De acuerdo con expertos en la supervivencia de comunidades indígenas en Perú, los mashco piro conforman el grupo no contactado más grande, y se cree que reúnen a aproximadamente 1.000 integrantes. Las tribus no contactadas suelen ser protegidas por leyes extrañas que consigues grupos progresistas que pretenden conservar su inmunidad al ecosistema massmediático. De todos modos, parece ser una tendencia pasajera, y todo indica que en poco tiempo serán asimilados y cooptados por el tecnocapitalismo robotizado, asqueado de su propio egoísmo, que parece ser la doctrina preferida de los líderes mundiales.