Autor: Alvaro Correa
Mientras el apoyo al genocidio israelí en Gaza decae entre los ciudadanos estadounidenses, y Trump se halla en etapa de reseteo para arremeter su aparato mafioso contra la candidata demócrata, y él sí se ha comprometido con el lobby judío a sostener los horrendos crímenes del gobierno de Netanyahu ad nauseam, no todas las perspectivas son malas en la nación estadounidense.
Y es que Peggy Flanagan, la vicegobernadora de Minnesota, va a ser la primera gobernadora indígena de los Estados Unidos si Tim Walz, el escogido por Kamala Harris para ser vicepresidente, resulta electo en las próximas elecciones de noviembre, pues deberá renunciar a sus deberes de gobernador. De hecho, son varios los acontecimientos históricos que se darían con la victoria de la dupla demócrata Harris-Walz: Harris pasará a ser la primera presidente mujer, negra y de ascendencia indígena en ocupar el principal cargo del país; Flanagan, que ya ostenta de ser la mujer nativa que alcanzó el cargo más alto en la administración pública, será la primera también en ser gobernadora de un estado, y el presidente del senado de Minnesota, Bobby Joe Champion, será el primer vicegobernador negro del mencionado estado.
Abogada dedicada a la protección de la niñez, la familia y las comunidades indígenas, Flanagan, miembro de White Earth Band de Ojibwe, ha mantenido una gestión que refleja su apoyo histórico a los minnesotanos marginalizados. En junio, junto con la senadora Tina Smith, anunciaron la primera misión comercial del Departamento de Agricultura orientada a amplificar los productos indígenas. Flanagan instrumento el desayuno y almuerzo gratis en las escuelas públicas de Minnesota, y en sintonía con el gobernador, impulsó la creación y puesta en marca de una Fuerza de Tareas que busca e investiga casos de mujeres indígenas asesinadas o desaparecidas. En su discurso de apertura, Flanagan declaró: “Con mucha frecuencia las mujeres nativas somos invisibilizadas, y a veces incluso desechadas. Esto debe y va a cambiar”.
Flanagan dirige el Comité de Asuntos Indígenas del partido, y desde su posición se anima a decir: “Nuestra democracia funciona mejor cuando refleja precisamente a la comunidad y busca representarla. Por mucho tiempo las mujeres, la gente de color, los pueblos originarios no estuvieron en las mesas donde se toman las decisiones. A partir de ahora esto se acaba; los que fueron segregados pasarán a participar y a decidir sobre sus asuntos y problemas.
Flanagan se graduó de la universidad local con una tesis sobre los pueblos indígenas americanos y psicología infantil. Apenas renunció Biden a enfrentarse con Trump, Flanagan albergó el primer evento de campaña en apoyo a Harris. Para rabia del dueño de X, simpatizante y ardiente defensor del republicanismo trumpero, Flanagan tuiteó: “¡Gran evento de votantes nativos en Phoenix! Arizona puede decidir la elección, pero hay una cosa segura: los votantes nativos decidirán en Arizona. ¡Tengo el honor de abrir el primer evento de la nación por la presidencia de @KamalaHarris!”
Más tarde participó de un encuentro de Harris con otros líderes indígenas que le expresaron su admiración y compromiso con la nominación demócrata. En aquel encuentro Flanagan expresó su mirada de las elecciones que se vienen: “Pienso que los votantes nativos harán la diferencia nuevamente. Estamos ubicados en estados estratégicamente balanceados en todo el país, y sé que cuando la Nación India aparece, ganamos”.
Es cuestión de creer o reventar: desde aquí esperamos que resucite el espíritu del indio Gerónimo para que realmente Estados Unidos cambie diametralmente, y se despliegue una revolución apache que acabe con siglos de un capitalismo liberal tan criminal como grasiento.