Autor: Cullen, Countee
Aquella brillante bestia quimérica concebida, aún jamás nacida salvo en el pecho del poeta, el unicornio de flanco blanco, nunca debe ser sacudida de su soledad, nunca debería ser tomada en cualquier madera terrenal.
Aquel pájaro para siempre emplumado, padre de su nuevo ser, tras eones curtidos, reencarnados por el fuego, no podría halcón ni águila desviarse de su guarida, ni cualquier miga seducirlo abajo a un árbol terrenal.
Aquel pescado del espantoso régimen inventado para devenir la fábula y el sueño del acuario del Señor, Leviatán, el arpón reunido nunca se forjó por el cual el ungido del Señor sufrirá ser atrapado.
Pájaro de pecho inmortal, pez de frenética aleta, aquella brillante bestia quimérica destellando la piel argéntea, si a bestias como estas tú hubieses hostigado, aploma entonces el sueño del poeta, haz de ella tu pajarera, házla tu madera y corriente.
Allí sólo se oirá el aleteo del pez regio, allí como un cuchillo dorado se lanzan los pies del unicornio, y allí, la muerte trajo a la vida, el pájaro muerto renace.
traducción: HM