Autor: Salvatore Marconi
Dos personas murieron y 13 resultaron gravemente heridas cuando se derrumbó un pasadizo en un complejo de urbanización en ruinas en Scampia, al norte de la ciudad de Nápoles. El siniestro ocurrió en el tercer piso de Vela Celeste, el último y más poblado de los cuatro bloques de departamentos a ser demolidos, como parte de un programa de desarrollo del área más pauperizada de la célebre ciudad italiana donde brilló nuestro Dios.
Los testigos escucharon como una tremenda explosión, cuando la estructura de la pasarela cayó sobre los pisos inferiores. Las dos víctimas fueron identificadas como Roberto Abbruzzo, de 29 años y Margherita della Ragione, de 35. Entre los heridos hay siete niños que fueron trasladados al hospital Santobono, hallándose dos en estado crítico.
Los bomberos trabajaron toda la noche e la evacuación de los 800 residentes que estaban esperando para ser mudados a un nuevo complejo de viviendas más horizontal y menos pretencioso. Ya se han iniciado investigaciones sobre el motivo del colapso.
El alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi, declaró: “Estamos muy tristes por la tragedia de esta noche. Nuestros servicios sociales están proveyendo asistencia a los residentes, y nuestros técnicos están verificando los daños materiales. Ahora es tiempo de pensar en las víctimas, pero quiero reiterar que nuestro proyecto de reurbanización no se detendrá y que nuestro compromiso con Scampia continuará más fuerte que antes.
La primera ministra Giorgia Meloni expresó sus condolencias a las víctimas y sus familiares. El complejo de edificio, conocido como Le Vele di Scampia, fue construido en la década de los ’60 del siglo pasado, y velozmente se hizo famoso por la extrema pobreza de sus habitantes y por ser un territorio para la guerra entre las célebres mafias de la región.
El proyecto de regeneración del barrio es un intento de las autoridades por eludir la fea reputación que tiene Scampia, el estigma que conlleva desde la famosa serie de TV Gomorra, basada en el libro de Roberto Saviano sobre la mafia Camorra. La demolición del complejo comenzó en 2020, pero los residentes de varios bloques se resistieron, y continuaron sus vidas en esta pequeña Gomorra posmoderna en la que confluyen el pecado y el lumpenaje que produce la inhumanidad del sistema capitalista.