Autor: McKay, Claude
Oh, me vestirías con atuendos de seda y me cobijarías del frío, y atarías con bandas brillantes mis mechones lustrosos, y me comprarías cadenas de oro, y darías –dócilmente para hacer mi voluntad-, los desventurados hijos de los hombres, salvo la cabra salvaje brincando en la colina estéril, dejándose caer en el corral de hierba.
traducción: HM
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