Autor: McKay, Claude
El rugido del precipitado tren meciéndose temerosamente, gente impaciente atascada en fila por comida, el ruido chirriante de los coches golpeando juntos, y preocupados mozos, algunos de horrible humor, apiñándose en el agujero de la sofocante despensa para pedir platos para cada glotón furioso, exasperado y fuera de control, de esperar por su sopa, pescado o cordero. Al final llegó a la estación, la locomotora se detiene, para bolsas y envoltorios dan vuelta las tapas rojas, por la escalera desciende ligeramente el pasajero, y busca su colectivo o tranvía que va a su casa, los mozos se van cansados, apáticos, cabizbajos, para gastar sus propinas en putas, cartas y ron.
traducción: HM
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