Autor: Hyang-Pak-Chul
El gobierno de Corea del Norte envió cientos de globos transportando basura y excrementos que atravesaron la frontera pesadamente fortificada con Corea del Sur, aeroestáticos a los que bautizó “regalos de sinceridad”, provocando una iracunda respuesta de Seúl, que comentó que el acto fue tan repugnante como peligroso. Fotos capturadas por militares surcoreanos mostraron los globos inflados repletos de bolsas de plástico con contenido escabroso, e incluso se apreció una bolsa volando con la palabra “excremento” escrita en lengua coreana.
Ayer a la tarde se detectaron más de 260 globos, aterrizando la mayoría en el suelo, con heces y basuras de animales. Consultamos a nuestro amigo Kim Jong Un sobre el tema y dijo que era en venganza por una campaña de propaganda de desertores y activistas surcoreanos, que regularmente han enviado inflables con panfletos anti-Pyongyang, junto con comida, medicamentos y puertos USB cargados con videos de K-pop y telenovelas que merecen nuestro más enérgico repudio. De casualidad estaba a su lado su hermana Kim Yo Jong, quien hizo una declaración a la emblemática agencia de noticias norcoreana KCNA, donde acusaba a Seúl de ser descarado y vergonzoso al criticar sus globos y que en Corea del Norte se respeta a rajatabla la libertad de expresión. “Nuestros vecinos se la pasan lloriqueando con el cuento de la libertad de expresión. Aquí la tienen: hicimos un concurso para ver qué le podemos regalar a los surcoreanos y gano la propuesta de basura y cagajones. Por eso decimos que nuestros regalos fueron sinceros”.
Según el gobierno surcoreano, “ellos están probando nuestra paciencia, vamos a responder con calma, la basura se cotiza, aunque no en Wall Street…”.
Guerra psicológica
La opinión de los militares surcoreanos no deja de ser consistente. Según su vocero: «Poniendo basura y objetos inservibles en los globos es una forma infantil de molestarnos, una provocación de mal olor y baja ralea, quieren saber cuán preparados estamos para la guerra psicológica”.
La unidad de explosivos y el equipo de guerra química y biológica del ejército surcoreano se desplegaron e inspeccionaron los globos, recogiendo algunos objetos y avisándoles a los resistentes que se mantengan alejados de los próximos envíos norcoreanos.
El viceministro de defensa norcoreano había denunciado el fin de semana los globos de activistas surcoreanos conteniendo cosas sucias y prometió que les iban a devolver el golpe con la misma moneda. El gobierno norcoreano también intentó hackear empresas estadounidenses instaladas en Corea del Sur pero no se han reportado daños mayúsculos.
El intercambio de globos con contenido provocador o denigrante es una práctica que han adoptado los vecinos coreanos ante la frialdad de su guerra secular. Incluso, la diversión contempla la posibilidad de disparar a los globos por deporte ante la ausencia de pájaros por la severa gripe aviar. Ante los problemas y rencillas que ocasionaban, la Corte Suprema surcoreana declaró que eran inconstitucionales mientras que en Corea del Norte siempre lo consideraron un hábito entretenido que se desarrolló tecnológicamente. Creen que enviar globos es menos riesgoso que la acción militar abierta con la que siempre amenaza. Le preguntamos a un constitucionalista amigo del líder norcoreano, y opinó: “Los globos son una buena táctica, y la mierda que les mandamos esta vez creo que va a dar en el blanco. Los civiles surcoreanos tienen que entender que el capitalismo contemporáneo apesta…”