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Se arrastra medio displicente, medio dormido, uno con un gordo y ancho rostro pelado. A él le gusta la música de amor que es barata, le gustan mujeres en un lugar abarrotado y desea escuchar el ruido que están haciendo.
Sus pesados párpados caen medio cerrados, enormes bolsas se balancean bajo sus ojos. El escucha, piensa en él como amante, suspiros sibilantes salen de su estómago, le gusta sentir que su corazón se está rompiendo.
La música se hincha. Sus gruesas piernas tambalean. Sus pequeños labios están brillantes de baba. La música se hincha. Las mujeres se estremecen. Y todo el momento, a la hora perfecta, su estómago pendular cuelga sacudiéndose.

 

traducción: HM

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