Autor: Máximo Redondo
Personal militar ruso ingresó hoy a la base aérea 101, que actualmente hospeda a tropas estadounidenses prontas a retirarse luego de que la junta que rige los destinos del país las expulsara en un ejemplo de ejercicio fantástico de la soberanía de una nación a nivel global. Los oficiales ya avisaron a Estados Unidos que tienen que salir los 1.200 militares, conchabados por el gobierno entreguista anterior para combatir a los insurgentes islámicos que asolan varios países africanos provocando miles de muertos y millones de desplazados, además de un intríngulis de guerras intestinas e interétnicas.
Nos comunicamos con un oficial de la defensa estadounidense instalado en la “101” y nos aclaró que los rusos están usando un hangar separado, justo al lado del aeropuerto internacional Diori Hamani de Niamey, capital de Niger. Esta vecindad llega en un momento histórico en que se habla fuertemente de nueva “Guerra Fría” entre Rusia y Estados Unidos, que ha pasado a grados de calentura obscenos en Ucrania y Crimea. “Aquí, en el Occidente Africa, tenemos un montón de bases a las que podemos ir, donde cometemos las mismas tropelías en esto de ayudar a los gobiernos títeres a deshacerse de elementos terroristas” –nos explicó el marine que prefirió permanecer en el anonimato, “La situación por ahora es calma pero creo que manejable” aventuró el oficial. “Ningún ruso se acercó a decirnos nada” –agregó con voz aguardentosa.
Luego, cuando indagamos sobre la fecha de partida, el marine contestó: “Sucede que íbamos a ir a Chad pero el gobierno de allí también parece que nos está echando. No sé dónde iremos a parar, hay múltiples opciones como Djibouti, Camerún o Nigeria, en esos lugares también hay guerras bárbaras donde podemos intervenir”.
Nosotros replicamos: “Rusia está ganando terreno en Africa. El grupo Wagner fue muy efectivo en varios países, y sus mercenarios liquidaron a miles de yihadistas insurgentes. En Malí el pueblo adora a estos soldados rusos”.
Equipos de contraespionaje nigerianos, en conjunto con la CIA y la administración del geronte Biden, especulan sobre el número de efectivos rusos que se asentarán en Níger. Por lo pronto, ya mudaron todo su armamento a la base aérea 201 en Agadez, en el centro del país, que le costó 100 millones de dólares, y usa drones combinados con inteligencia artificial, la misma tecnología que aplica Israel en el genocidio que está perpetrando desde hace más de medio año en Gaza. Los estadounidenses temen que los terroristas se alíen con los rusos y que los expulsen de todo el continente, e incluso han acusado a la junta nigerina de venderle uranio a Irán, con su típica desfachatez de idiotas ahítos de salchichas y alitas de pollo.
De uno u otro modo, el marine anónimo nos reveló que está compungido por el final de su misión en Níger, trunca e inacabada. Y tendrá que convivir con mercenarios rusos en la última semana. Ante este panorama, Biden envió a un general de 2 estrellas para negociar una retirada profesional y responsable, ya que no quiere que le pase lo que aconteció con la salida de Afganistán. Nos despedimos de nuestro informante militar: “Tal vez retorne a la base de comando en Alemania. Allí por lo menos no hace un calor insoportable y no tendré que cruzarme con rusos, si no es para matarlos”.