Autor: Rupert Brooke
Hoy he sido feliz. Todo el día mantuve el recuerdo de ti, y tejió su risa con la luz danzante del rocío, y sembró el cielo de pequeñas nubes de amor, y te envió siguiendo las blancas olas del mar, y coronó tu cabeza con fantasías, nada de valor, brotes perdidos de aquel viejo polvo de miseria, estando contento con una nueva y alocada alegría.
Tan ligeramente jugué con aquellos oscuros recuerdos, justo como un niño, bajo los cielos de verano, juega hora tras hora con una extraña piedra brillante, para la cual (él no lo sabe) los pueblos eran fuego de antaño, y el amor había sido traicionado, y el crimen realizado, y grandes reyes se convirtieron en un pequeño molde amargo.
traducción: HM
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