Autor: Rupert Brooke
Algún día me levantaré y dejaré a mis amigos, y te buscaré nuevamente a través de los confines del mundo, tú, a quien encuentro tan hermosa (¡el tacto de tus manos y el olor de tu pelo!), mi único dios en los días que fueron. Mis pies ansiosos te encontrarán de nuevo, aunque los años sombríos y la marca del dolor te han cambiado completamente, porque sabré (¿cómo olvidarlo habiéndote amado tanto?), en la triste media luz del atardecer, la cara que era todo mi amanecer. Así entonces me pararé en los confines del mundo y te tomaré ferozmente de la mano, y viendo tu edad y cabello gris maldeciré la cosa que fuiste una vez, porque está cambiada, pálida y vieja (¡labios que eran escarlata, pelo que era oro!), y te amé antes de que fueras vieja y sabia, cuando la llama de juventud era fuerte en tus ojos, y mi corazón está enfermo con recuerdos.
traducción: HM