Autor: Leila Soto
Parece ser que negar la necesidad de políticas democráticas es un problema que las derechas comparten en todo el planeta. Les resulta incompatible con su estilo de pensar y de vivir en el sistema. Por eso, a pesar del poder que detentan, de los traidores y genuflexos parásitos que los sostienen, en ocasiones, la naturaleza (póngale el nombre que quiera: Pachamama, Diosito, karma, el ying o el yang, no importa), pero a veces “eso” pone a esa dirigencia económica en su sitio terrenal. Lo ubica en aquello de lo que no puede escapar: leyes naturales, científicas, físicas, sociales, de causas y efectos. Quizás de manera injusta, quizás de manera extemporánea, o caprichosa, como el actuar de los dioses griegos, pero hay momentos en nuestra historia que vemos a estos personajes de la política desnudos en su impotencia o fracaso. Recuerdo haber visto a un Domingo Cavallo balbuceando dolor cuando sus ambiciones electorales se fueron al tacho, a Trump puteando a los chinos y sugiriendo ingesta de cloro mientras Estados Unidos cosechaba millones de muertos por el colapso sanitario de una sociedad muy enferma. También he visto a Macri abrazar la apertura económica con tan mal timing que en dos años pasaron cosas de las que no pudo sustraerse.
Ahora el personaje de Milei (NiLey a partir de ahora), demuestra las consecuencias de un efecto de shock prepotente. No supo, no quiso, no pudo negociar el mamotreto de medidas legislativas -no importa la respuesta-, lo importante es la justicia poética de la misma. Aún si llegara a gobernar los próximos 4 años, y su sucesor sea Macri, la patria argentina tiene sus defensores, a pesar de la impunidad de las verdaderas castas, a pesar de los traidores, de los indiferentes, ignorantes y temerosos: la patria tiene defensores. Mucha gente puso el cuerpo para manifestarse y para presionar a los legisladores. Donde hay una acción hay también reacción, siempre van a existir personas que defiendan la naturaleza de forma democrática, lo que significa salvarla del exterminio consumista que imponen las élites. Salvarla de un sistema que excluye, extermina y envenena.
Por supuesto esto no es un festejo sino una reflexión. Además de un panegírico hacia otro sujeto al que la naturaleza de las cosas lo hizo encontrarse con la parca arriba de su juguete favorito: un helicóptero, al que quizás un señor de 74 años no debería manejar, por más plata y confianza que se tenga. A veces los accidentes, catástrofes o siniestros nos muestran esa condición de lo natural: dramáticamente aleccionadora. Como el derrumbe de los edificios en Viña del Mar a causa de construir sobre dunas movedizas (terrenos que debían ser reservas ecológicas y no mercancía especulativa). Por supuesto, los incendios no son parte de la naturaleza de las cosas de manera lineal, no es el cambio climático sino el capitalismo especulador el que está arruinando el planeta.
Por todo ello, mejor hacer nuestras las palabras con las que un medio alternativo y de activismo medioambiental despide a Sebastian Piñera.
Comunicado de @nomaszonasdesacrificio: Se confirma muerte de Piñera en accidente de Lago Ranco. Cayó en un helicóptero sobre el lago, muriendo en el proceso. Lo recordaremos siempre como el déspota, ladrón y corrupto presidente que fue en Chile. Promotor del ecocidio y defensor de los empresarios que destruían la naturaleza chilena. El mismo que le declaró la guerra al pueblo de Chile en 2019, el mismo que quería destruir el archipiélago de Humboldt con Mina Dominga. El mismo que apareció en los Panama Papers por la cuantiosa colusión que cometió con el Choclo Delano para destruir sin trabas el archipiélago. El mismo que se robó el Banco de Talca. El mismo que persiguió a la gente de Quintero y Puchuncaví cuando fueron los casos de intoxicación masiva en 2018 por la contaminación industrial. El mismo presidente que quería sacrificar la Patagonia con represas y el mismo que mandó a matar al dirigente mapuche Camilo Catrillanca en su segundo gobierno. El mismo que reprimió al estudiantado en 2011, el mismo que le quiso quitar la subvención del gas a Magallanes en pleno invierno y que causó un paro regional. Tanta gente muerta y mutilada durante la revuelta de 2019, tantos robos y ecocidios perpetrados por todo Chile y Piñera, al final, se va impune igual que Pinochet, pero al menos al fin se fue. Al movimiento ambientalista de Chile, Piñera siempre lo persiguió y criminalizó. Durante su gobierno asesinaron a Alejandro Castro, los agentes del Estado amenazaron múltiples veces a las y los activistas ambientales e indígenas del país. Nuestra organización fue amedrentada constantemente mientras Piñera fue presidente, incluso parte de nuestros compañeros fueron brutalmente reprimidos entre 2018 y 2019. Todo por agentes estatales mandatados por sus ministros. No se merece ni mucho menos nuestro respeto, el que tanto sufrimiento generó en las chilenas y chilenos”. (Valparaíso, 6 de Febrero, 2024)
Por ello me resulta difícil considerar que el único mérito que parece haber tenido Piñera era el ser “demócrata”, porque a la luz de su legado, la depredación derechosa nunca fue ni será democrática, sólo es marketineramente manipuladora de la política. Nunca esperemos que la naturaleza sea justa, pero al menos sabemos que es indefectiblemente real, como la muerte.