Tempestad lanzada y dolor afligido, pecado profanado y cuidado oprimido, vengan a mí, todos ustedes que laboran, vengan, y les daré descanso. No temas más, oh corazón indeciso, no lloren más, oh, ¡ojos que lloran! Sí, la voz de su redentor; sí, la mañana llena de canciones está cerca.
Aquí una hora trabajan y combaten, pecado y sufrimiento, sangrar y morir, en la silenciosa mansión de padre pronto para dejar sus cargas atrás. Aguanten un momento, muy cargados, mano cansada y ojos llorando. Sí, los pies de su libertador; sí, la hora de libertad aquí.
traducción: HM
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