Autor: Robert Louis Stevenson
Al corazón de juventud el mundo es una banquina. Pasando por siempre, él prospera, y por otro lado, profundo en los jardines dorados se ocultan pabellones, acurrucado en la flor del huerto, y lejos en la tierra llana lo llaman con lámpara encendida en el atardecer.
Gruesas como las estrellas a la noche cuando la luna está apagada, lo asaltan placeres. El a su destino más noble prospera, y sólo agita una mano al pasar, grita pero una palabra a ella al costado del camino en la puerta del jardín, canta sólo un pentagrama juvenil y su rostro desaparece.
traducción: HM
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